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1. El plan de salvación de Dios proclama nuestra gloria venidera (Romanos 8:28-30)
ROMANOS 8:28-29
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Cualquiera que conoce a Dios sabe que es omnipotente. Nada ocurre en este mundo fuera de su conocimiento y su voluntad. Él es el Todopoderoso. No obstante, no creemos en la predestinación de la manera en que creen algunas religiones, porque sabemos que el gran Dios es nuestro Padre misericordioso, quien nos cuida continuamente, y nunca nos hace daño, ni se olvida de nosotros, ni nos abandona. Por lo tanto, le pedimos que fortalezca nuestra confianza en su amor y que nuestra fe no nos falte en medio de pruebas y persecuciones. A fin de fortalecer nuestra confianza en el amor de Dios para con nosotros, Pablo nos escribe una serie de afirmaciones en cuanto a nuestra salvación personal, para que no dudemos, sino que seamos firmes.
Dios te escogió a ti antes de nacer, porque fuiste un pensamiento en su corazón. Te conocía antes de la fundación del mundo. Por lo tanto, conoce las profundidades más íntimas de tu ser, conoce tu naturaleza y tus intenciones. Tu relación con Dios es más profunda de lo que piensas. Tú no le eres extraño, sino cercano y conocido. Te espera como el padre espera el regreso de su hijo perdido. Dios te anhela más de lo que tú le anhelas a él.
El eterno Dios te conocía desde antes de que existiesen todas las generaciones pasadas. En cuanto a tu futuro, Él puso un fin glorioso ante ti, porque te predestinó según la plenitud de su divina voluntad, para que fueras su hijo por medio de Jesucristo, quien llevó tus pecados y destruyó tu cuerpo de pecado en la cruz. Solamente en Cristo es confirmada tu elección. Todo el que se agarra firmemente a la reconciliación provista por el Hijo nunca será movido, porque el Santo es fiel. Por lo tanto, reconoce que Dios tiene un propósito para tu vida y te ha predestinado a fin de ser glorioso en la semejanza de la imagen de Cristo, que está sentado a la diestra de su Padre. Dios no quiere tener diferentes rangos de hijos, sino que a todos los conduce a la perfección en humildad y mansedumbre, para que puedan negarse a sí mismos y caminar como Cristo caminó en nuestra tierra.
ROMANOS 8:30
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Dios ha personalizado sus pensamientos de amor y te ha hablado en persona.
¿Has oído su voz en lo profundo de tu corazón? ¿Ha penetrado su llamado hasta los rincones más duros y escondidos de tu ser? Recuerda que Dios te escogió cuando todavía eras pecador, y te predestinó para ser su hijo. Él se propuso renovarte, a ti que estabas muerto en tu orgullo e impulsos lujuriosos, para que pudieses resplandecer en pureza, sobriedad, honestidad y rectitud. No hay poder en ti mismo para vivir una vida santa, excepto el de la palabra de Dios que trabaja en ti. Por lo tanto, lee la Santa Biblia continuamente, porque por medio de estas negras letras impresas Dios te habla directamente a ti.
Dios, según su amoroso consejo, puso el fundamento de la verdad de tu salvación, que no puede ser removido por las acusaciones del diablo. Nuestro justo Dios te justificó por la muerte expiatoria de su Hijo, y borró de una vez tus pecados en la cruz. Ahora eres justo con la justificación que Cristo obró, y eres declarado puro por medio de su redención. Así que, ¿cuándo darás gracias a tu Señor por el amor que él te ha otorgado? ¿Cuándo creerás en su dirección y alabarás su fiel gracia?
Dios, en su poder, determinó aun más que esto para ti. Te dio la persona del Espíritu Santo como garantía de su vida gloriosa en ti. Por eso, la gloria de la esencia de Dios está escondida en ti hoy. Así como el Cristo resucitado apareció solamente a los ojos de los creyentes, su amor, verdad y paciencia se evidencian solo en los creyentes. El Espíritu de Dios mismo producirá el fruto de sus virtudes en ti, si permaneces en tu Salvador. Pablo no dijo que Dios te glorificaría en el futuro, sino por fe afirmó que te había glorificado en el pasado, porque Pablo estaba convencido de que Jesús es el autor y consumador de la fe. Por tanto, él que comenzó la salvación en tu alma es fiel. Te enseña, fortalece y perfecciona exclusivamente en base a su propio mérito.
¿Tienes problemas en la vida? ¿Pasas hambre, o estás enfermo? ¿Estás sin trabajo? ¿Fracasaste en tus estudios? Todos estos asuntos carecen de importancia, porque Dios está contigo. Él te ama, te cuida, y te guarda como la niña de sus ojos. No te olvida, sino que sigue llevando a cabo su plan hasta el final. El Santo te escogió a ti personalmente para adoptarte. Así que, niégate a ti mismo, toma tu cruz, y sigue al Hijo de Dios desde la cruz hasta la tumba y después a la gloria, porque todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios. ¿Amas a aquel que te amó primero?
ORACIÓN: Oh santo Dios, la Trinidad en uno, te adoramos porque nos escogiste, nos conociste desde la eternidad, y nos predestinaste en Cristo para llevar la gloria de su amor. ¿Quiénes somos nosotros para que nos escogieras? Perdónanos por nuestros pecados y abre nuestros oídos para que podamos escuchar tu llamamiento en la Santa Biblia, aceptar nuestra justificación por la sangre de tu Hijo, y agradecerte por tu fiel amor. Creemos en tu dirección, y te pedimos que afirmes nuestra confianza en ti en los días malos para que no seamos conmovidos, sino que podamos experimentar tu Espíritu Santo morando en nosotros, como garantía de la gloria venidera.
PERGUNTA:
- ¿Cómo ayudan a bien todas las cosas, para los que aman a Dios?
A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.
(RomanOs 8:28)