Waters of Life

Biblical Studies in Multiple Languages

Search in "Spanish":
Home -- Spanish -- John - 025 (Rejecting Christ)
This page in: -- Arabic -- Armenian -- Bengali -- Burmese -- Cebuano -- Chinese -- English -- Dioula -- Farsi? -- French -- Georgian -- Greek -- Hausa -- Hindi -- Igbo -- Indonesian -- Javanese -- Kiswahili -- Kyrgyz -- Malayalam -- Peul -- Portuguese -- Russian -- Serbian -- Somali -- SPANISH -- Tamil -- Telugu -- Thai -- Turkish -- Twi -- Urdu -- Uyghur? -- Uzbek -- Vietnamese -- Yiddish -- Yoruba

Previous Lesson -- Next Lesson

JUÁN - La Luz Resplandece En Las Tinieblas
Estudio en el Evangelio de Cristo según Juan
PARTE 1 - El Resplandor De La Luz Divina (Juán 1:1 - 4:54)
C - La Primera Visita De Cristo A Jerusalén (Juán 2:13 - 4:54) -- ¿QUÉ ES LA VERDADERA ADORACIÓN?
2. Jesús habla con Nicodemo (Juán 2:23 – 3:21)

d) Rechazar a Cristo lleva al Juicio (Juán 3:17-21)


JUÁN 3:17-21
17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios».

El Bautista predicó sobre un Mesías que juzgaría a la humanidad, cortando los árboles enfermos dentro de su nación. Pero Jesús le dijo a Nicodemo que no quemaría con fuego, sino que había venido a salvar. Nuestro Salvador es misericordioso. Cuando el Bautista se dio cuenta del secreto de la expiación vicaria, llamó a Jesús el Cordero de Dios.

En su amor, Dios envió a su Hijo no sólo a los judíos, sino al mundo. El término "mundo" aparece tres veces en el versículo 17. Esto fue un choque para los judíos que trataban a los gentiles como perros. Pero Dios amó también a las naciones, tanto como a la descendencia de Abraham. Todos merecen el juicio, pero Jesús no vino a condenar, sino a salvar. Desde el principio, cumplió la metáfora de la serpiente levantada en su cruz, para llevar el juicio de Dios por la humanidad. El amor de Dios no es racista, sino que abarca a todas las personas.

A continuación, Cristo utiliza una frase sorprendente: "El que cree en él no es condenado". De esa forma se pierde todo temor al día del juicio. Así que la fe en Cristo nos libera de la muerte que de otra manera merecemos. Estás libre del juicio si confías en Jesús.

Los que rechazan la Salvación de Cristo, pensando que no la necesitan, son ciegos, insensatos y están separados de la gracia que Él proporciona. Los que no acogen el poder de Cristo, apartan de sí los rayos de la luz del Espíritu Santo. Quien desprecia la muerte de Cristo o la niega, se rebela contra Dios y opta por la autojustificación. Todas nuestras obras son insuficientes y estamos destituidos de la gloria de Dios.

Jesús explica porqué algunas personas rechazan la Salvación: Aman el pecado más que la justicia de Dios, y se alejan de Cristo, la Luz del mundo. Por eso se aferran a su pecado. Cristo conoce nuestros corazones y la raíz de nuestros malvados pensamientos. Las obras de los seres humanos son viles. Nadie es bueno por sí mismo. Nuestros pensamientos, palabras y obras son malos desde nuestra niñez. Estas expresiones calaron hondo en Nicodemo, sobre todo porque Cristo las había introducido con amor para derribar su orgullo y atraerlo al arrepentimiento.

Jesús añadió que quien no confía en Cristo, ama el mal y odia el bien, aferrándose a sus pecados. La mayoría de los seres humanos son hipócritas, ocultando sus pecados bajo una sonrisa piadosa. Odian a Cristo por ignorancia o deliberadamente. ¿Has confesado tus pecados a Jesús? Si no confiesas tu maldad no puedes nacer de nuevo. Abre tu corazón a la luz de Dios y serás limpiado; la fe en el Cordero de Dios nos santifica. Así que humíllate y confiesa tu corrupción, confiando en Cristo y vivirás para siempre.

Poner en práctica nuestra fe significa hacer lo correcto. Esta disposición a aceptar la verdad de Dios es una condición de nuestra regeneración. Quien llega al conocimiento la verdad de Cristo no sólo por el intelecto, sino con todo su ser, se transforma moralmente. Los mentirosos se vuelven honestos, los torcidos se enderezan y los traidores se vuelven leales. Los renacidos no eran buenos antes, pero han confesado sus defectos y el Dios fiel los ha perdonado. La santificación ha comenzado en ellos; les da el poder del amor para practicar las obras del Espíritu. Dios obra en los creyentes por medio de Cristo para que logren hacer obras de paz.

No rechazamos las buenas obras, pero éstas no provienen de nosotros sino de Dios. No nos atribuimos ningún mérito, sino a la gracia divina. Esto significa que nos apartamos de la justicia propia, basada en esfuerzos egoístas, y nos abrimos a la justicia de la gracia que depende de la sangre de Cristo. Todos los que renacen y permanecen en Cristo agradan a Dios. Sus vidas se han convertido en acción de gracias a su gracia. El nuevo nacimiento y la vida santa son una adoración agradable a Dios.

ORACIÓN: Señor Jesús, gracias por llevar sobre ti el juicio para el mundo. Nos inclinamos ante ti porque no tendremos que afrontar ese juicio por estar unidos a ti por la fe. Tú nos has liberado de la ira de Dios. Confesamos nuestro pecado ante ti; límpianos del impulso de pecar. Crea en nosotros los frutos del Espíritu para que nuestras vidas evidencien la adoración y el culto a Dios, el Padre celestial.

PREGUNTA:

  1. ¿Por qué los creyentes en Cristo no pasarán por el juicio?

www.Waters-of-Life.net

Page last modified on May 22, 2022, at 03:28 PM | powered by PmWiki (pmwiki-2.3.3)